El artista Giotto Dante estuvo de visita en Ciudad Guayana para exponer algunas de sus más recientes creaciones en un hotel. Este personaje asegura encontrar la felicidad en cada momento vivido, y repudia de plano la falta de amplitud de varias personas de su edad, al tiempo que confiesa una gran admiración por la gente joven. |
Marcos David Valverde Foto Wilmer González "Estamos buscando al artista", pregunta el reportero en medio de la sala de recepción del hotel Mara Inn Best Western a las nueve de la noche de un viernes cualquiera. "Es la prensa", anuncia su hijo, y ahí está, sentado en las sillas de un elegante café, sin ningún revestimiento de divo, el artista que se ha paseado por varios ámbitos que van desde la pintura a la escultura. Luce un chaleco negro que cubre una camisa gris, contrastados por una larga barba y un cabello desordenado cubierto por "las nieves del tiempo que platean su sien", parafraseando a Gardel. Es Giotto Dante. Conversar con Dante es una experiencia inolvidable. No se afirma lo anterior para adornar un texto, ni mucho menos para hacerlo quedar bien, pero su edad acompañada por su espíritu juvenil y liberal así lo hacen ver. Es de ese modo como comienza la conversación con este personaje que asegura encontrar la felicidad saboreando "un sancocho y unas arepas debajo de una mata de mango". Siempre lo tiene muy claro: lo suyo era el arte, y por ello comienza a transitar por ese camino con diferentes formas de andar pero siempre con un mismo objetivo. "Los artistas suelen comenzar su carrera pintando bodegones y peleas de gallos, y yo lo complementé con otras formas de trabajar, como el arte dadá. También soy admirador de Jackson Pollock (famoso por su técnica denominada action painting, que consiste en salpicar sobre el lienzo la pintura), y tomé las herramientas de su obra", explica. Además de la pintura, Dante se ha movido por el terreno de la escultura, área que le ha permitido "enseñar a los indígenas a trabajar con la madera". Buscar la lengua El trabajo del artista resulta sumamente llamativo y exquisito además, especialmente por los nombres nada pacatos que suele dar a sus obras. Dentro de ellas se encuentran "La Pared del Útero" y el "Derecho al Placer", "Reflejo de una Lubricación Emocional", "Madonna", "El Placer Morboso de todo lo Prohibido", "Orgasmo Fingido" y "Martirio Sexual". Al respecto, argumenta que "no hay nada que le guste más a la gente que le busquen la lengua, y por ello uno suele escoger esos títulos que son sacados de vivencias de todos. Por ejemplo "Martirio Sexual" lo saqué cuando ya tenía un cuadro listo pero sin nombre. En esa búsqueda estaba conversando con una tía, quien en broma me dijo 'es que tengo un martirio sexual', y le dije 'ahí está el título'". Otro caso que cita Dante es el de "una amiga que tiene una talla en madera que representa un falo en su casa, y para mí es un orgullo que ella lo exhiba como una obra de arte vanguardista". Esa búsqueda es la que le ha permitido a este artista el poder explorar diferentes territorios, para poder definir su estilo y presentarse con los proyectos que no dejan lugar para el repudio y sí mucho para la admiración. El proceso creativo Para Giotto Dante, el poder pintar es todo un ritual que requiere una serie de condiciones referidas al contexto. La inspiración viene por sí sola. "Generalmente pinto con brocha y espátula. Cada vez que tiras un brochazo se te va el alma (...) eso suelo hacerlo como de cinco y media a diez de la mañana, por supuesto, con un buen jazz. El jazz es una música que te transporta, es un sedante", expresa. La búsqueda de la que habla, y que para él se expresa a través de su creación artística, no es otro que el camino a la felicidad, que según su consideración, se basa en disfrutar el presente. "Le esencia de la vida es disfrutar el momento. Todo el mundo aparenta ser algo, pero la verdadera esencia va por dentro, y por eso es que me gusta tanto la gente joven. Esos viejos tradicionales son más de lo mismo, y conmigo no van ni a misa, porque no tienen amplitud", asevera. Desde la humildad Además de su innegable gusto por el buen arte, Dante se confiesa una persona muy humilde en todos los ámbitos de la vida, incluyendo el material. "Vivo en una casa humilde, lo que podríamos llamar un ranchito, pero que está lleno de calor y afecto. Estoy seguro de que si tú vas, te vas a sentir en la tuya", afirma. Para este artista, imposible de ser eludido, la fórmula para alcanzar el éxito en la vida se basa en disfrutar todos y cada uno de los momentos y situaciones que ella regala, pues de esa forma se logra un equilibrio entre lo humano y lo espiritual. "El éxito es cuando uno toma años de esfuerzos, sacrificios y superación y sientes tantas satisfacción por lo que has logrado que en un momento dado puedes ser feliz comiéndote un sancocho y una arepita debajo de una mata de mango. Ese es el éxito verdadero, la esencia de saber vivir", concluye. Estilo particular Varias de las creaciones de Giotto Dante son expuestas de manera permanente en la recepción del hotel Mara Inn Best Western de Puerto Ordaz, especialmente las realizadas mediante la técnica action painting. Poseer una obra de Giotto Dante es recrearse en los terrenos del arte abstracto con una buena inyección de creatividad. Para contactar con él sólo es necesario marcar el 0414-8055549. Gracias a su particular estilo, será muy bien atendido. |
domingo, 11 de diciembre de 2011
Diario Correo del Orinoco
Giotto Dante Estampa el alma en su arte abstracto María Fernanda Belisario
Giotto Dante Bautista Venezuela 1947
Giotto Dante Bautista Venezuela 1947
Siempre recuerdo cuando pintaba toreros, flores, marinas, frutas, rostros, peleas de gallos; recuerdo, mis desnudos artísticos, una bella modelo; que siempre posaba para mi trabajo, en fin, la pintura figurativa, sub realismo puro, expresionismo, dure varios años compartiendo esas experiencias acompañadas del collage y dadaísmo (Toda manifestación de Arte) es bella siempre y cuando le descubras su belleza.
Todas esas experiencias me sirvieron de escuela para poder entender que mi camino era lo abstracto de vanguardia, gradual, progresiva, constante permanente uno va estudiando y aprendiendo que la pintura nunca jamás termina, no tiene límites.
Lo verdaderamente sublime parte de lo simple.
La propuesta que sustenta mi trabajo son los grandes formatos, allí confluirán diversos estilos y tendencias, que reflejan la creatividad inventiva y vitalidad de las expresiones plásticas.
Transmitir emociones y sensaciones agradables, al mismo tiempo que estimular la creatividad interna en todos nosotros y que la palabra no podría describirlo o transmitir, son parte de mis méritos.
Lo importante no es el destino si no el recorrido, camino que confieso tránsito para difundir mi trabajo como el más puro reflejo de mis emociones y sentimientos.
Mi estilo es transmitir un valor emocional al espectador, tocar su fibra, transmitir una energía altamente positiva.
Yo me salgo del esquema tradicional, rompo el paradigma entre lo bonito y lo feo. Una arte vanguardista, pinto con brochas, espátula, chorreo, goteo, mancho, pinto en yute, madera, cartón. Hoy día uso lino y algodón (Tratado) realizo tallas de madera, piedra, vitrales. En fin como dice el refrán… “A todo le saco punta”. Soy gran creador, la amplitud de criterios nutre muchísimo más que pasarse la vida “Prohibiéndose” uno mismo otro tipo de escuela o arte. Trato de dar información permanentemente, porque no soy egoísta, me identifico con la nobleza y la pluralidad, la pintura es como el amor, no se tiene edad, no tiene límites engrandece a las personas.